miércoles, 24 de junio de 2015

Dar (generosidad/Dana) en el Canon Pali





Dar (generosidad/Dana) en el Canon Pali
Lily de Silva, que es profesora de Pali y Estudios Budistas en la Universidad de Peradeniya en Sri Lanka, además de ser una contribuyente regular de revistas de estudios budistas, explora,en este artículo la importancia de la generosidad que se desprende de los antiguos textos.
Dana, el dar, es exaltado en el Canon Pali como una gran virtud. Es, de hecho, el inicio del camino a la liberación. Cuando el Buddha predicaba a un recién llegado él comenzaba su sermón gradual con una exposición de las virtudes de dar (danaktha) (Vin. i, 15,18). De las tres bases para la realización de obras meritorias (puññakiriyavatthu), dar es la primera, las otras dos son: la virtud y la cultura mental (A. iv, 241). También es la primera de las diez perfecciones (paramita) cultivadas por el Buddha. Por lo tanto, en la marcha hacia la liberación como un Arahant o un Buddha, uno inicialmente tiene que practicar dana.
La Función de Dar
Dar tiene una importancia primaria en el esquema budista de purificación mental porque es la mejor arma contra la codicia (lobha), la primera de las tres raíces insanas (akusalamula). La codicia está envuelta por el egoísmo, ya que sostenemos nuestras personalidades y nuestras posesiones como "yo" y "mío." Dar ayuda a que el egoísmo se derrita: es el antídoto para curar la enfermedad del egoísmo. "Supera la mancha de la codicia y práctica el dar," exhorta el Devatasamyutta (S. i, 18). El Dhammapada nos exhorta a conquistar al avaro mediante la generosidad (danena kadariyam jine, Dhp. 223).
La dificultad para ejercitar esta virtud de dar es proporcional a nuestra propia avaricia y egoísmo. Por lo que el Devatasamyutta iguala el dar a una batalla (danan ca yuddhan ca samanam ahu, S. i, 20). Uno tiene que pelear con las fuerzas demoniacas de la avaricia antes de que nuestra mente se decida a dar algo que nos es querido y útil. El Latukikopama Sutta muestra como un hombre carente de vida espiritual encontró difícil desprenderse de cosas a las que estaba acostumbrado (M. i, 449). Una pequeña codorniz puede llegar a morir cuando se enreda aun en una enredadera podrida. Aunque débil, la enredadera podrida es una gran atadura por un pájaro pequeño. Pero aún una cadena de hierro no es suficientemente grande para un gran elefante. De manera similar, un pobre desdichado hombre débil de carácter encontrará difícil separarse de sus andrajosas escasas pertenencias, mientras que un Rey de carácter fuerte podrá aun dar su reino una vez que esté convencido de los peligros de la avaricia.
La mezquindad no es el único impedimento a la generosidad. El descuido y la ignorancia sobre como trabaja el kamma y los efectos del kamma después de la muerte son también otras causas (macchera ca pamada ca evam danam na diyati, S.i, 18). Si uno conoce las ventajas morales de la generosidad, uno estará vigilante para medir las oportunidades de practicar esta gran virtud. El Buddha dijo en una ocasión que si la gente sólo conociera el valor de dar como él lo sabía, no tomarían un solo alimento sin compartir su comida con otros (It. p, 18).
Cualidades del donador
Los Suttas (por ej. D. i, 137) emplean un número de términos para describir las cualidades del donador. Él es un hombre con fe (saddha), él tiene fe en la nobleza de una vida moral, en las enseñanzas del kamma y supervivencia después de la muerte. Él cree en la posibilidad de una perfección moral y espiritual de los seres humanos. Brevemente, él no es un materialista, y él tiene fe en el Buddha, el Dhamma y el Sangha. Él no es meramente un dador (dayako) - él es un dador munificente (danapati). Los Comentarios explican el concepto de un dador munificente con las siguientes palabras: “Áquel que goza las cosas deliciosas pero que le da a otros lo que no es delicioso es un donador que es un esclavo de los regalos que da. Áquel que da cosas de la misma calidad de las que él mismo disfruta es uno que es como un buen amigo de su regalo. Áquel que se satisface a sí mismo con cualquier cosa que puede adquirir pero que da delicias a otros es un dador munificente, un señor y un maestro de los obsequios que da.”
El donador también se describe como alguien que mantiene una casa abierta a los necesitados (anavatadvaro), un manantial (opanabhuto) para los monjes, brahmanes, desvalidos, viajeros, vagabundos y mendigos. Siendo así, él realiza obras meritorias. Es munífico (muttacago) y tiene interés en compartir sus bendiciones con otros (danasamvibhagarato). Es un filántropo que entiende las dificultades del pobre (vadañnu). Está con las manos abiertas y está listo para complacer las demandas del otro (payatapani). Él es apto para que se le pida (yacayogo). Se deleita en repartir regalos al necesitado (vossaggarato), y tiene un corazón inclinado a dar (cagaparibhavitacitto). Tales son los epítetos que se usan en los discursos para describir las cualidades del liberalmente-dispuesto.
Un dador noble es aquel que es feliz antes, durante y después de dar (A. iii, 336). Antes de dar él es feliz anticipando la oportunidad de ejercer su generosidad. Mientras da él es feliz de que está haciendo a otro feliz llenando una necesidad. Después de dar él esta satisfecho de que ha hecho una buena obra. Los Suttas enlistan a la generosidad como una de las cualidades importantes que se requieren para hacer a un caballero (A. iv, 220). El Buddha compara a un hombre que se ha ganado rigurosamente su riqueza y la da a los necesitados con un hombre que tiene dos ojos, mientras que uno que sólo gana riquezas pero no realiza méritos es como un hombre con un solo ojo (A. i, 129-1309). El hombre rico que disfruta sus riquezas él mismo sin compartir se dice que está cavando su propia tumba (Sn. 102).
Las Donaciones
Prácticamente cualquier cosa útil puede darse como regalo. El Niddesa (ND. 2, 523) da una lista de catorce artículos que son adecuados para darse como caridad. Ellos son túnicas, comida de caridad, lugares de vivienda, medicina y otros requerimientos para los enfermos, comida, bebida, ropa, vehículos, guirnaldas, perfumes, ungüentos, camas, casas y lámparas. No es necesario tener mucho para practicar la generosidad, por que uno puede dar de acuerdo a sus propios medios. Dar regalos de los propios escasos recursos, es considerado muy valioso (appasma dakkhina dinna sahassena samam mita, S. i, 18; dajjappasmim pi yacito, Dhp. 224). Si una persona lleva una vida virtuosa aunque en él sobrevive en espigueos, cuida a su familia según sus medios, pero él tiene como hábito el dar de sus limitadas reservas, su generosidad vale más que mil sacrificios (S. i, 19-20). Las limosnas dadas de la fortuna ganada correctamente es grandemente apreciada por el Buddha (A. iii, 354; It. p. 66; A. iii, 45-46). Un padre de familia que así lo hace se dice que es uno que es afortunado ahora y en lo futuro. En el Magha Sutta del Sutta Nipata (Sn. P. 87) el Buddha aprecia grandemente a Magha quien dice que gana por medios correctos y da con liberalidad a los necesitados.
Aún si uno da una pequeña cantidad con el corazón lleno de fe uno puede ganar felicidad en el más allá. El Vimanavatthu brinda amplio ejemplos. De acuerdo al Acamadayikavimanavatthu, las limosnas dadas consisten de pequeñas costras de arroz, pero como fueron dadas con una gran devoción a un eminente Arahant, la recompensa fue renacer en una magnífica mansión celestial. El Dakkhinavibhanga Sutta establece que una ofrenda es pura con respecto al dador, cuando el dador es virtuoso; con respecto al receptor, cuando el receptor es virtuoso; con respecto a ambos - el dador y el receptor - si ambos son virtuosos; para ninguno si sucede que ambos son impíos. Se dice que el Dhammadana, la diseminación del conocimiento del Dhamma, supera a todas las otras formas de dar (sabbadanam dhammadanam jinati, Dhp. 354).
El Anguttara Nikaya menciona cinco grandes regalos que se han tenido en gran estima por los hombres de mente noble desde los tiempos antiguos (A. iv, 246). Su valor no tenía duda en los tiempos antiguos, no tiene duda en el presente, ni lo tendrá en el futuro. Los monjes sabios y brahmanes tienen el más alto respeto por ellos. Estos grandes obsequios consisten en la meticulosa observancia de los Cinco Preceptos. Al hacerlo así uno da seguridad (ausencia del temor), amor y benevolencia a todos los seres. Si un ser humano puede dar seguridad y libertad del temor a otros por su comportamiento, ésta es la forma más grande de dana que se puede dar, no sólo a los seres humanos, sino a todos los seres vivientes.
El Recibidor
Los Suttas también describen a la persona a la que se le deben dar las limosnas (A. iii, 41). A los visitantes, viajeros y enfermos se les debe tratar con la debida consideración. En las épocas de carestía los necesitados deben ser tratados con liberalidad. Los virtuosos deben ser los primeros agasajados con las primeras frutas de las nuevas cosechas. Hay una frase recurrente en los Suttas (D. I, 137, ii, 354, iii, 76) describiendo a aquellos que están particularmente necesitados de la generosidad pública. Ellos son los monjes (samana), brahmanes (brahmana), viajeros (addhika), vagabundos (vanibbaka) y mendigos (yacaka). Los monjes y brahmanes son personas religiosas que no ganan un sueldo. Ellos dan guía espiritual a los laicos y se espera que los laicos los mantengan. Los pobres necesitan la ayuda de los ricos para sobrevivir y los ricos se enriquecen espiritualmente ayudando a los pobres. En una época en la que las facilidades de transporte eran escasas y las facilidades para los viajeros no estaban adecuadamente organizadas, el público tenía que hacer algo para ayudar al viajero. El buddhismo considera una obligación moral de las personas el dar asistencia a este tipo de personas.
En el Anguttara Nikaya el Buddha describe, con una terminología relativa a los sacrificios, tres tipos de fuegos que se deben tratar con cuidado y honor (A. iv, 44). Ellos son ahuneyyaggi, gahapataggi y dakkhineyyaggi. El Buddha explica que ahuneyyaggi significa los propios padres, y que deben de ser honrados y cuidados. Gahapataggi significa la propia esposa e hijos, empleados y dependientes. Dakkhineyyaggi representa a las personas religiosas que han logrado la meta del Arahant o se han embarcado en un curso de entrenamiento para eliminar los rasgos mentales negativos. Todos estos deben estos deben ser cuidados y ver por ellos como se cuidaría un fuego de sacrificios. De acuerdo al Mahamangala Sutta, ofrecer hospitalidad a los propios parientes es una de las grandes obras que puede realizar un laico para obtener prosperidad (Sn. 262-63).
El Rey Kosala le preguntó una vez al Buddha a quién se le deberían de dar limosnas (S. I, 98). El Buddha replicó que las limosnas se les deberían de dar a aquellos a quienes darles nos produce felicidad. Entonces el Rey le hizo otra pregunta. ¿A quién se le deben ofrecer limosnas para obtener grandes frutos? El Buddha distinguió las dos como diferentes preguntas y le respondió que las limosnas ofrecidas a los virtuosos producían grandes frutos. Él aclaró aún más que los ofrecimientos rendían grandes frutos cuando se hacían a monjes virtuosos que habían eliminado los cinco impedimentos mentales (nirvana) y cultivado hábitos morales, concentración, sabiduría, liberación y conocimiento, y visión de la liberación (sila, samadhi, pañña, vimutti, vimuttinanadassana).
En el Sakkasamyutta (S. I, 233) Sakka hizo la misma pregunta al Buddha. ¿Los regalos dados a quienes darán los más grandes resultados? El Buddha respondió que los regalos dados al Sangha (la comunidad de monjes) producen los más grandes resultados. Aquí el Buddha especifica que lo que él quiere decir por el ‘Sangha’ es la comunidad de aquellos rectos nobles individuos que han entrado en el camino y que se han establecido a ellos mismos en el fruto de la santidad, y que están dotados de moralidad, concentración y sabiduría. Es importante notar que ‘Sangha’ de acuerdo al Vinaya significa un grupo suficiente de monjes que represente la Orden de monjes para varios propósitos eclesiásticos (Vin. I, 319). Pero en los Suttas ‘Sangha’ significa los cuatro pares de nobles individuos o los ocho individuos particulares (cattari purisayugani, attha purisapuggala), es decir, aquellos que están en el sendero del ganador-de-la-corriente, un-retorno, no-retorno y Arahant y aquellos que han obtenido las respectivas fruiciones.
El Magha Sutta (Sn. p. 86) da una cuenta detallada de las virtudes de un Arahant para mostrar a quién deben de dársele limosnas por uno que desea mérito. El Brahmanasamyutta (S. I, 175) sostiene que las ofrendas producen los más grandes regalos cuando se hacen a aquellos que conocen sus vidas previas, que han visto los cielos y los infiernos, que han puesto un fin al nacimiento y que han realizado el conocimiento último. Así es que el Sangha que consta de moralidad perfecta, personajes valiosos como son descritos en los Suttas constituyen el campo de mérito (puññakkhetta, M. i, 447). Así como las semillas sembradas en un campo fértil bien regado dan abundantes cosechas, las limosnas dadas a los virtuosos establecidos en el Noble Óctuple Sendero dan grandes resultados (A. iv, 238; I, 162). El Dhammapada mantiene que los campos tienen cizaña como su mancha; la avidez, el odio, la ignorancia y el deseo son la manchas de los hombres y por lo tanto lo que es dado a aquellos que han eliminado esas impurezas producen abundantes frutos (Dhp. 356-359). El resultado de la generosidad se mide más por la calidad del campo de merito que por la cantidad y el valor del regalo dado.
El Anguttara Nikaya (A. iv, 382-95) registra la fabulosa donación de limosnas del Bodhisatta cuando él nació como un brahmán llamado Velama. Abundantes regalos de plata, oro, elefantes, vacas, carruajes, etc., para no mencionar comida, bebida y ropa, fueron distribuidos entre todas las personas que vinieron a recibirlos. Pero esta magnificencia no fue muy valuada con respecto a sus méritos por que no había receptores valiosos. Se dice que es más meritorio alimentar a una persona con la visión correcta, a uno que ha entrado en la corriente (sotapanna), que dar grandes limosnas como las dadas por Velama. Es más meritorio alimentar a uno que retorna una vez que a cien individuos que han entrado en la corriente. Siguen en orden los que no retornan, los Arahants, los Paccekabuddhas (los Buddhas silenciosos) y los Sammasambuddhas. Alimentar al Buddha y al Sangha es más meritorio que alimentar al Buddha solamente. Es aún más meritorio construir un monasterio para el uso general del Sangha de los cuatro puntos cardinales. Tomar el refugio en el Buddha, el Dhamma y el Sangha es aún mejor. Observar los Cinco Preceptos es aún más valioso. Pero aún mejor es el cultivar metta, benevolencia, y lo mejor de todo, es la percepción en la impermanencia, que lleva al Nibbana.
La Motivación de dar
Los Suttas registran varios motivos para ejercitar la generosidad. El Angutttara Nikaya (A. iv, 236) enumero las siguientes ocho motivos:
Uno da con incomodidad, o como una manera de ofender al recipiente, o con la idea de insultarlo (Asajja danam deti) [1].
El temor también puede motivar que una persona haga una ofrenda (Bhaya danam deti).
Uno da para regresar un favor que se nos hizo en el pasado (Adasi me ti danam deti).
Uno también puede dar con la esperanza de recibir algo similar para uno en un futuro (Dassati me ti danam deti).
Uno da por que el dar se considera bueno (Sadhu danan ti danam deti).
"Yo cocino, ellos no cocinan. No es propio para mí que cocino no darle a aquellos que no cocinan" Algunos dan movidos por tales motivos altruistas (Aham pacami, ime ne pacanti, na arahami pacanto apacantanam adatun ti danam deti).
Algunos dan limosna para ganar buena reputación (Imam me danam dadato kalyano kittisaddo abbhuggacchati ti danam deti).
Otros dan limosna para adornar y embellecer la mente (Cittalankaracitta-parikkarattham danam deti)
El favoritismo (chanda), la mala voluntad (dosa) y la ignorancia (moha) también se encuentran entre los motivos para dar. Algunas veces con la intención de mantener una larga tradición familiar. El deseo de renacer en los cielos después de la muerte es otro motivo dominante. El dar agrada a algunos y ellos dan con la idea de ganar un estado de felicidad mental (A. iv, 236).
Pero se sostiene en los Suttas (A. iv, 62) que las limosnas se deben dar sin ninguna expectativa (na sapekho danam deti). Tampoco deben de darse las limosnas con apego al que las recibe. Si uno da con la idea de acumular cosas para usar después, ése es un acto de dar inferior. Si uno da con la esperanza de gozar de los resultados en un futuro después de la muerte, ése es también un acto inferior de dar. El único motivo válido para dar debe ser el motivo de adornar la mente, liberar a la mente de la fealdad de la avaricia y egoísmo.
La manera de dar
Los Suttas (por ej. A. iii, 172) ponen mucho énfasis en la manera de dar. La actitud del donador en el acto de dar hace un mundo de diferencia para la buena voluntad entre el donador y el que recibe independientemente de que el regalo sea grande o pequeño. Las limosnas deben de ser dadas de tal manera que quien las recibe no se sienta humillado, despreciado o herido (sakkaccam danam deti). El necesitado pide algo con una sensación de malestar y es la obligación del donador no hacer que se sienta más incómodo y hacer su ya pesada carga aún más pesada. las limosnas deben de ser dadas con la debida consideración y respeto (cittikatva danam deti). Debe de hacerse sentir al receptor bien venido. Cuando un regalo es dado con tal calidez es cuando surge una cordialidad mutua que une y enriquece al que da y al que recibe. Uno debe de dar con la propia mano (sahattha deti). El involucrarse personalmente en el acto de dar es enormemente benéfico. Esto promueve la relación entre el donante y el receptor y ése es el valor social de dar. La sociedad se enriquece en su unidad con cuidado y preocupación de uno por otro cuando la generosidad se ejerce con un cálido sentido de participación personal. Uno no debe de dar como limosna lo que es adecuado para tirarse (na apaviddham deti). Uno debe de ser cuidadoso de dar únicamente lo que es útil y apropiado. Uno no debe dar de una manera rasposa para hacer que él que recibe no sienta deseos de regresar (na anagamanaditthiko deti).
Dar con fe (saddhaya deti) esta muy ensalzado en los Suttas (A. iii, 172). Especialmente cuando se ofrecen limosnas a un clérigo uno debe de hacerlo con la deferencia y respeto debidos, tomando deleite en la oportunidad que se tiene de servirlos. Uno también debe de dar en el momento adecuado para coincidir con una gran necesidad (kalena deti). Esos regalos en el momento adecuado son los más valiosos y alivian la ansiedad y el estrés de los suplicantes. Uno debe de dar con preocupaciones altruistas, con la intención exclusiva de ayudar a otros en dificultad (anuggahacitto danam deti). En el acto de dar uno debe de tener cuidado de no herirse a sí mismo o a otro (attanan ca paran ca anupahacca danam deti). Dar con comprensión y discreción es alabado por el Buddha (viceyyadanam sugatappasattham). Si un regalo contribuye al bienestar del que lo recibe es sabio darlo. Pero si un regalo es en detrimento del bienestar del receptor uno debe de ejercer con cuidado la propia discreción. Dar como se describe arriba es altamente alabado como noble dar (sappurisadana). Más que lo que se da, es la manera de dar la que hace al regalo valioso. Uno puede no ser capaz de costear un regalo pródigo, pero uno puede siempre hacer que él que lo recibe se sienta cuidado por la manera en que se le da.
El valor de dar
Muchos suttas enumeran los diversos beneficios de dar. Dar promueve la cohesión social. Es el mejor medio de crear un puente para la brecha psicológica, mucho más que la brecha económica, que existe entre los que tienen y los que no tienen. El Magha Sutta mantiene que el odio se elimina cuando uno se encuentra establecido en la generosidad (Sn. 506). Áquel con un corazón generoso gana el amor de otros y muchos se asocian con él (A, iii, 40). Dar también cimienta la amistad (Sn. 187).
Se mantiene que si una persona hace una aspiración de nacer en un lugar particular después de dar limosna, la aspiración se cumplirá sólo si uno es virtuoso, pero no de otra manera (A. iv, 239). De acuerdo a un Sutta (A. iv, 241-243), si uno practica el dar y la moralidad en un grado muy limitado y no tiene idea acerca de la meditación, uno obtiene un nacimiento desafortunado en el mundo humano. Áquel que realiza obras meritorias tales como el dar y la moralidad con gran amplitud pero sin ningún conocimiento de la meditación, encuentra renacimiento en uno de los cielos. Ellos superan a otras deidades en la longitud de su vida, placer, fama y las cinco ramas de los placeres sensuales.
El Anguttara Nikaya (A. iv, 79) enumera un número de estos beneficios mundanos de dar. La persona generosa, y no el avaro, gana las simpatías de otros. Los Arahants se le aproximan, aceptan limosnas y rezan por ellos primero. Una buena reputación se extiende acerca de ellos. Él puede atender a cualquier grupo con confianza y dignidad. Él renace en un estado de felicidad después de la muerte. Otro Sutta (A. iii, 41) agrega que una persona generosa gana popularidad, las personas de carácter noble se asocian a él y él tiene la satisfacción de haber cumplido con los deberes de una persona laica (gihidhamma anapeto hoti).
Se dice que un dador de limosnas confiere vida a los demás, belleza, alegría, fortaleza e inteligencia. Habiéndo conferido esto a otros, él mismo se convierte en un beneficiario (A. iii, 42). La misma idea es expresada por la sucinta afirmación de que uno cosecha lo que siembra (yadisam vapate bijam tadisam harate phalam, S. i, 227).
Dar con fe tiene como resultado alcanzar riqueza y belleza en cualquier lugar que el resultado del ofrecimiento ocurra. Dando limosna con el debido respeto, uno obtiene, también, hijos, esposa, subordinados y asistentes que son obedientes, cumplidores y comprensivos. Dando en el momento oportuno, uno no sólo obtiene gran riqueza sino también la oportuna satisfacción de sus necesidades. Dando con el deseo genuino de ayudar a los demás, uno obtiene gran riqueza y la inclinación a disfrutar los mejores placeres sensuales. Dando sin dañarse a uno mismo ni a los demás, uno gana seguridad de peligros tales como fuego, inundaciones, ladrones, reyes y malos herederos (A. iii, 172).
La limosna dada a los monjes y brahmanes que siguen el Noble Óctuple Sendero da magníficos resultados así como las semillas sembradas en campos fértiles, bien preparados y bien regados producen abundantes cosechas (A. iv, 238). La limosna dada sin ninguna expectativa puede conducir a un renacimiento en el plano de los Brahmas, y después uno podría alcanzar el estado del que no retorna (A. iv, 62).
El Sutta Dakkhinavibhanga enumera una lista de las personas a las que se les puede dar limosna y el mérito aumenta en orden ascendente. Una cosa dada a un animal trae una recompensa de cien. Un regalo dado a una persona normal de hábitos morales pobres produce una recompensa de mil; un regalo dado una persona virtuosa da una recompensa de cien mil. Cuando se le da un regalo a una persona fuera de las enseñanzas del budismo que no tiene apego a los placeres de los sentidos, el rendimiento es de un billón. Cuando el regalo se le da a uno que ha alcanzado el sendero de entrada en la corriente el rendimiento es incalculable e inmensurable. Así es que, ¿qué puede decirse de un regalo dado a uno que retorna una vez, uno sin retorno, un Arahant, un Paccekabuddha, y un Buddha totalmente iluminado?
El mismo Sutta enfatiza que un regalo dado al Sangha como un grupo es más valioso que un regalo ofrecido a un monje en su capacidad individual. Se dice que en un futuro distante habrá monjes budistas que usarán únicamente un collar amarillo como su marca clerical distintiva, que son inmorales y de mal carácter. Si se ofrece un regalo aun a esos monjes a nombre de la orden, éste rinde muchos más méritos que uno a un monje en su capacidad individual. Pero debe de ser observado que esta afirmación contradice las ideas expresadas en otra parte, que lo que es dado a un virtuoso es grandemente benéfico pero no lo que es dado a un inmoral. Es evidente aquí que una interpolación posterior no puede ser completamente descartada.
El Buddha explicó en una ocasión que es meritorio aun tirar el agua después de lavar el propio plato con el pensamiento generoso: "Que las partículas de comida en el agua de lavado sirvan de alimento para las criaturas en el piso." Cuando es así, ¡Cuánto más meritorio será alimentar a un ser humano! Pero el Sutta se apresura a agregar que es más meritorio alimentar a una persona virtuosa (A. i, 161).
Otro Sutta (A. iii, 336) mantiene que no es posible estimar la cantidad de mérito que corresponde a una ofrenda cuando está dotada de las siguientes seis características particulares. Tres de las características pertenecen al donador mientras que las otras tres pertenecen al receptor. El donador debe de estar feliz de dar antes de hacer la ofrenda. Él debe de estar complacido en el momento de hacer la ofrenda, y él debe de estar satisfecho después de que la ofrenda es hecha. Por lo tanto la nobleza de pensamiento - sin una traza de envidia antes, durante o después de la ofrenda - hace al regalo verdaderamente grande. Los que reciben deben de estar libres de avidez, aversión e ignorancia, o se deben haber embarcado en un curso de entrenamiento para eliminar estas impurezas mentales. Cuando una limosna de comida está dotada de estas cualidades del donador y del receptor, se dice que el mérito es inconmensurable como las aguas del mar.
En una ocasión Visakha dio una erudita explicación de los beneficios que ella esperaba de su magnificencia cuando el Buddha le pregunto que era lo que ella veía como una ventaja de su gran generosidad (Vin. i, 293-294). Ella le dijo que cuando ella escuchaba que un monje o una monja en particular había logrado cualquiera de los frutos de la vida monástica, y si ese monje o monja había visitado Savatthi, ella estaba segura de que él o ella habían recibido las ofrendas que ella constantemente hacía. Cuando ella reflexionaba que ella había contribuido en alguna medida a la distinción espiritual de él o ella, surgía un gran deleite (pamujja) en ella. La alegría (piti) surge en la mente complacida. Cuando la mente está alegre el cuerpo se relaja (kayo passambhissati). Cuando el cuerpo se relaja se experimenta una sensación de bienestar (sukha) que ayuda a la mente a concentrarse (cittam samadhiyissati). Eso ayudará al desarrollo de las facultades espirituales (indriyabhavana), poderes espirituales (balabhavana), y factores para la iluminación (bojjhangabhavana). Éstas son la ventajas que ella esperaba por su munificencia. El Buddha se sientió tan complacido con su erudita respuesta que dijo "Sadhu sadhu sadhu" (muy bien, muy bien, muy bien) en aprobación.
Es evidente que el dar por sí solo no es suficiente para que uno llegue al fin del sufrimiento. Anathapindika, quien fue nombrado por el Buddha como el principal entre los filántropos, alcanzo solamente el estado de ganador-de-la-corriente. Se dice especialmente que el dar (dana) tiene que ser fortalecido con la moralidad (sila) si va a producir buenos resultados. Aunque Anathapindika practicaba una virtud sin tacha, en ninguna parte se dice que él practicara la cultura mental o meditación (bhavana). Por lo tanto a pesar de su magnífica munificencia, él tuvo que permanecer como un ganador de la corriente.
El Ghatikara Sutta (M. ii, 52) registra una caridad única en donde el donador no estaba presente. Chatikara el alfarero era el principal benefactor del Buddha Kassapa. Él era un uno que no retorna que no quería entrar a la Orden ya que se encontraba cuidando a sus ancianos padres ciegos. Él había ganado ampliamente la confianza del Buddha por la nobleza de su conducta y devoción. Un día el Buddha Kassapa fue a su casa en su ronda por limosnas pero Ghatikara había salido. Él preguntó a sus padres ciegos donde se encontraba el alfarero. Ellos le contestaron que el alfarero había salido, pero invitaron al Buddha a servirse él mismo de las ollas y cacerolas y compartir una comida. El Buddha lo hizo así. Cuando Ghatikara regresó y preguntó quién había tomado de la comida, sus parientes le informaron que el Buddha había venido y que ellos le habían pedido que se ayudara él mismo con la comida. Ghatikara estaba sobrecogido jubiloso de escuchar esto ya que sintió que el Buddha le tenía mucha confianza. Se dice que la alegría y la felicidad (pitisukha) que experimentó no lo abandono por dos semanas, y la alegría y felicidad de sus padres no se desvaneció por una semana completa.
El mismo Sutta reporta que en otra ocasión el techo del monasterio del Buddha Kassapa comenzó a gotear. Él envió a los monjes a la casa de Ghatikara a recoger algo de paja, pero Ghatikara estaba afuera en ese momento. Los monjes regresaron y le dijeron que no había paja disponible ahí excepto la que había en el techo. El Buddha les pidió a los monjes que tomaran la paja del techo allá. Los monjes comenzaron a quitar la paja del techo y los ancianos padres de Ghatikara preguntaron quien estaba removiendo la paja. Los monjes le explicaron el problema y los padres les dijeron, "Por favor tomen toda la paja." Cuando Ghatikara escucho esto él se sintió profundamente movido por la confianza que el Buddha depositaba en él. La alegría y felicidad que surgieron en él no lo dejo por una quincena completa y la de sus padres no menguó por una semana. Por tres meses la casa de Ghatikara permaneció sin techo tan solo con el cielo sobre ella, pero se dice que la lluvia no la mojaba. Tan grande era la piedad y generosidad de Ghatikara.
Como se mencionó en el comienzo de este ensayo, dar (dana) es la primera de las obras meritorias. Es también una de las cuatro maneras benevolentes de tratar a otros (cattari sangahavatthuni, A. iv, 219). Pero es digno de ser notado que en la lista de virtudes requeridas para la liberación tales como aquellas incluidas entre los treinta y siete requisitos de la iluminación (bodhipakkhiya dhamma), el dar (dana) nunca aparece como una virtud requerida. En lugar de dar (dana), la generosidad (caga) se incluye en algunas de las listas, tal como las cinco cualidades - fe, virtud, aprendizaje, generosidad y sabiduría. Quizás exista una pequeña diferencia entre dar (dana) y generosidad (caga) cuando se consideran como virtudes arraigadas en la mente. Dana es el acto muy práctico de dar, caga es la actitud generosa que se inculca en la mente por la práctica repetida de dana. La palabra caga significa literalmente darse por vencido, abandono, y es una indicación de que el dominio egoísta cerrado que uno tiene sobre sus posesiones está siendo aflojado por caga. Es posible dar limosnas aún por motivos negativos tales como favoritismo (chanda), mala voluntad (dosa), miedo (bhaya), ignorancia (moha), deseo de una buena reputación, etcétera, pero caga es la virtud positiva de una disposición generosa.
El Buddhismo enseña un proceso gradual de vaciarse a uno mismo. Comienza con dar nuestras posesiones externas. Cuando la cualidad de la generosidad se ha establecido y se fortifica con una visión profunda de la naturaleza real de las cosas, crece un desencanto por los placeres sensuales (nibbidanti). En esta etapa uno deja la vida en familia y busca la ordenación. A continuación sigue el vaciado de los impulsos sensoriales protegiendo la puerta de los sentidos. A través de la meditación (bhavana) uno se vacía a uno mismo de las impurezas profundamente arraigadas y se llena de cualidades positivas nobles. Pero este proceso completo de mermar nuestros aspectos negativos comienza con dana, la práctica de dar.


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jueves, 18 de junio de 2015

Cómo absorber la energía de los árboles ☆


Cómo absorber la energía de los árboles

1. Los poderes curativos de los arboles Los Maestros taoístas advirtieron que los arboles son plantas sumamente poderosas. No solo absorben di6xido de carbono para transformarlo en oxígeno, sino que también absorbe en fuerzas negativas y las transforman en energía sana. Los arboles están muy bien arraigados en la tierra y, cuanto más enraizado el árbol, más arriba se extiende. Los arboles permanecen de pie muy quietos y absorben la Energía de la Tierra y la Fuerza Universal de los Cielos.
 
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Cómo absorber la energía de los árboles

  1. El arbol, sanador y amigo
Los arboles son las plantas de la Tierra más grandes y evolucionadas en el plano espiritual. Meditan en todo momento y la energía sutil es su lenguaje natural. A medida que su dominio de este lenguaje aumente, podrá comenzar a entablar una relación con ellos. Le ayudaran a abrir los canales de energía y a cultivar la calma, la presencia y la vitalidad. Usted, a su vez, puede ayudarles con sus bloqueos y zonas debilitadas. Es una  relación mutuamente beneficiosa que precisa ser cultivada.
  1. Elección de un árbol con el que trabajar
A lo largo de la historia, los seres humanos usaron todas las partes del árbol como remedio para curar. Los mejores arboles para sanar son los grandes, en especial los pinos. Los pinos irradian energía Chi, nutren la sangre, fortalecen los sistemas nerviosos y contribuyen a prolongar la vida. También alimentan el alma y elespíritu. Los pinos son los "Arboles Inmortales". La poesía y la pintura china antiguas están llenas de admiración por los pinos.

 Si bien los pinos son a menudo la mejor elección, se pueden usar muchos otros árboles o plantas. Los aids grandes son los que contienen más energía. Entre los más poderosos se encuentran los arboles que crecen junto al agua corriente. Algunos son más cálidos o fríos que otros. Practique distinguir las diversas propiedades de los diferentes arboles.
  1. Los cipreses y los cedros reducen el calor y nutren la energía Yin.
  2. Los sauces ayudan a eliminar los vientos malsanos, a liberar la humedad excesiva del cuerpo, a reducir la alta tensión sanguínea y a fortalecer el aparato urinario y la vejiga.
  3. Los olmos tranquilizan la mente y fortalecen el estomago.
  4. Los arces persiguen a los vientos malsanos y ayudan a mitigar el dolor.
  5. Las acacias blancas ayudan a eliminar el calor interno y a equilibrar la temperatura del corazón.
  6. Las higueras de Bengala limpian el corazón y ayudan a eliminar la humedad del cuerpo.
  7. Los canelos eliminan el frio del corazón y del abdomen.
  8. Los abetos ayudan a eliminar cardenales, a reducir la hinchazón y a curar los huesos rotos mas rápido.
  9. Los espinos ayudan en la digestión, fortalecen los intestinos y reducen la tensión sanguínea.
  10. Los abedules ayudan a eliminar el calor y la humedad del cuerpo y a desintoxicarlo.
  11. Los ciruelos nutren el bazo, el estórnago, el páncreas y tranquilizan I a mente.
  12. Las higueras eliminan el exceso de calor del cuerpo, aumentan la saliva, nutren el bazo y ayudan a detener la diarrea.
  13. Los ginkgos ayudan a fortalecer la vejiga y alivian los problemas urinarios de las mujeres.
No es necesario internarse demasiado en el bosque para buscar un árbol apropiado con el que trabajar. Los arboles que están acostumbrados a tener personas alrededor comprenden nuestra energía y en realidad son más accesibles y amigables que los que están lejos en el bosque. Los parques de las ciudades y los patios suburbanos están llenos de arboles poderosos y accesibles, a quienes les encantaría tener relaciones más cercanas con los humanos que dominan su medio.
 Existe un determinado limite de tamaño de los arboles más accesibles a los seres humanos. Si el árbol es demasiado pequeño, no tiene la suficiente energía para impresionarle. Si es demasiado grande, el problema es el contrario, es decir quo precisara más tiempo para que le interesen los arboles grandes. Como fuente de energía sanadora, lo mejor es elegir un árbol grande y robusto dentro de la escala de tamaños accesibles. Para la interacción con humor, lo conveniente es escoger un árbol entre pequeño y mediano. Si bien no es necesario trepar al árbol para establecer una relación, as1 se abre de veras un mundo completamente nuevo. Trepe con suavidad y cuidado para no dañarlo.

 c. Establecer comunión con un árbol
 Existen determinados métodos para acercarse, interactuar y alejarse de un árbol. Siguiendo unos pasos específicos puede crear un rito de comunión en silencio que tanto usted como el árbol puedan comprender y asi aumentar el
potencial de la interacción armoniosa. Los pasos provienen de la observación del curso natural de los acontecimientos en la comunión de la energía sutil y valen para la comunión con casi cualquier cosa: árbol, roca, ser humano o animal, si vieras los siguientes pasos corresponden específicamente a los arboles.

 En primer lugar, cada árbol, al igual que cada persona, tiene una personalidad, anhelos y vida propia. Los arboles difieren ampliamente en su gusto por el contacto humano. Algunos son muy generosos y quieren dar toda la energía que absorben. Otros son débiles o están enfermos y precisan su energía reparadora. Algunos son simplemente almas amigables que disfrutan de la compañía del hombre. Otros son bastante indiferentes a los hombres. Puede aprender y crecer trabajando con todos ellos. Intente ser abierto y respetuoso en lugar de presionarlos para que sirvan a sus propósitos. De esta manera, los arboles le proporcionaran algo más que otra fuente de energía Chi: amistad, expresi6n humorística y amor.
 Los arboles aculan en una escala temporal más extensa que los seres humanos. Puede contribuir a cerrar esta brecha regresando una y otra vez al mismo árbol para que se establezca una relación. Visítelo en forma peri6dica para que el árbol sepa cuando ira y pueda esperarlo. Es probable que perciba con toda claridad que el árbol realmente lo extraña cuando desaparece durante un tiempo más prolongado que el habitual.

 La comunión espiritual con los arboles, de to das las actividades humanas, es la que mas se asemeja a la unión sexual. Como tal, debería haber un toque de sensualidad y de ternura. No siempre tiene que manejar la situación. Permítase relajarse y fundirse en la comunión. Deje que el árbol lo conduzca hacia las maravillas de su vida interior. Trabajar con árboles de este modo puede ayudar a descargar la frustración sexual. Es probable que descubra que algunas de las practicas presentadas aquí se pueden adaptar fácilmente para usar en el acto sexual.
a. Absorba energía Chi Yin con las palmas para compensar la energía Yang (Figura 2.29)
 El mejor momento del día para practicar con un árbol es durante la mañana hasta el mediodía.
  1. Asuma una postura. P6ngase de pie o siéntese dos o tres metros delante del árbol.
  2. Abrase a un árbol. Relájese y céntrese. Sienta como sus límites se desdibujan. Permítase ser mas perceptivo y de alguna manera vulnerable, preparado para comunicarse con el árbol. Sienta cómo su campo energético se abre como una flor sin emitir ni absorber energía, solo se abre y está disponible (Figura 2.30)
 
  1. De la bienvenida. Extienda los brazos y exponga la palma de las manos al árbol. Extienda su energía hacia el árbol en actitud amistosa de "ofrenda". Cuando el árbol responda extendiendo su energía hacia usted, acéptela, inspire para llevarla dentro del cuerpo con una actitud de "bienvenida". Use la mente y los ojos de la siguiente manera: Con la parte inferior de los ojos, concéntrese en la punta de la nariz. Con la parte superior de los ojos, mire las palmas y el árbol.
Deje que su intuición lo guie mientras responde otra vez al árbol con otro gesto de "ofrenda". Realice varios de estos intercambios. Tómese el tiempo y sienta lo que sucede.

 Absorba la energía Chi con la palma izquierda, la mente y la parte superior de los ojos.
  1. Lectura Paralela. Permanezca centrado en si mismo, sin aproximarse ni retroceder, y observe la relación sutil que hay entre el árbol y usted. Use la concentración contemplativa para abstraerse en su conexión con el árbol sin intentar de manera activa cambiar o analizar lo que ocurre. No intente profundi­zar ni disminuir la comunión. Controle la propia energía y observe el árbol mientras este controla su energía y lo observa. Esto se conoce como Lectura Paralela. Este estado neutral puede producirse varias veces durante una sesi6n en niveles de intimidad profundos y no tantos.
  2. Atraerse y mantenerse unidos. Deje que el campo energético entre el árbol y usted se intensifique, se espese y contraiga para acercarlos y mantenerlos unidos. Puede que haya movimiento físico o no. La sensación es que los dos se envuelven en un capullo de energía a la vez que exponen sus corazones cada vez más al otro. Por Último, se estrechan en un abrazo
Este acercamiento a menudo sucede de manera espontanea a medida que la ofrenda y la bienvenida se intensifican hasta convertirse en circular y compartir o a medida que este circular y compartir se profundizan cada vez mas.

Como con todas las prácticas del Tao Sanador, es necesario que entrene la vista y la mente para mover y guiar la energía Chi. Esto le ayudará también a ejercitarse para reconocer y ser consciente de la calidad de la energía del árbol. Sienta la energía del árbol cuan do entra en el cuerpo. Cuando la envía al árbol, combínela con la Energía del Plano Humano (Partícula Cósmica). Sienta como ha mejorado la energía que regresa a usted desde el árbol: es fresca y sanadora. Observe asimismo como la calidad de la energía cambia después de nueve, 18, 24 y 36 ciclos.
 Mueva la parte superior de los ojos para guiar la energía Chi lentamente por el interior (lado Yin) del brazo izquierdo para hacerla subir por hombro izquierdo, el lado izquierdo del cuello, la oreja izquierda hasta la coronilla. Desde aquí, haga descender la energía Chi por el lado derecho a la parte posterior de la oreja derecha, el lado derecho del cuello, el hombro derecho, el interior del brazo derecho hasta la palma de la mano derecha. Proyecte la energía Chi hacia afuera, hágala entrar en el tronco del árbol. Absórbala una vez más en un circulo (el Circulo Energético Yin): 36 ciclos para los hombres y 24 ciclos para las mujeres.
 Extiéndase a un nivel más profundo. Ahora comience a intercambiar energía con el árbol en un nivel más profundo. Compartir con el árbol en un nivel más profundo significa comunicar una parte determinada de su cuerpo con una parte determinada del cuerpo del árbol y respirar la energía de uno a otro. Hacer circular significa ahora guiar la energía por un conducto que pasa por ambos cuerpos y regresa a su punto de partida. Puede guiar la energía Chi como en el punto anterior. Finalmente descubrirá que hay varios esquemas diferentes posibles.

 8) Inspirar y retener para no terminar en forma brusca. Inspirar y retener es muy importante pues así evita absorber más energía del árbol de la que puede usar sin llegar al desequilibrio. También evita drenar demasiada energía de un árbol pequeño o débil o dejar demasiada de su energía negativa sin procesar en ese árbol. Además, sella las conexiones que hizo con el árbol para que la energía no se escape al aire una vez que se haya ido. Todo esto contribuye a una meditación estéticamente completa y demuestra respeto por el árbol. Cuando sienta que ya es suficiente y quiera comenzar a regresar al estado de conciencia normal o a un nivel de comunión menos profundo, intente hacerlo de manera lenta y gradual para no alterar la belleza de lo que ha compartido. Sentirá que poco a poco regresa a usted mismo, puede separar la energía que le pertenece de la energía del alto y establecer nuevamente el límite entre los dos.

Cabe advertir a esta altura que si después de haber sanado siente todavía mucha energía en las manos, cierre el punto de la coronilla para sellarlo a fin de que su energía sanadora no siga fluyendo hacia afuera.

 A los árboles les gusta mucho] a comunicaci6n con el hombre y es probable que deba esperar mucho tiempo hasta que el árbol le diga que se vaya.
  1. Debe desviar la atención poco a poco del contacto con el árbol y concentrarse mas en su persona.
  2. Al hacerlo, mucha de la energía compartida entrara en su cuerpo, entonces "empuje hacia atrás" la corriente de energía del árbol para evitar que entre, a la vez que permite que su energía humana regrese.
  3. Luego, cuando sus polaridades se inviertan, deje que la energía del árbol regrese a el pero mantenga su energía consciente dentro del cuerpo.
  4. Después de algunos intercambios, el árbol comprenderá su intención y comenzara a cooperar. En unos pocos minutos habrá regresado por completo a su cuerpo y estará preparado para el cierre.
  5. Para librarse de un esquema de circulación poderoso, concentre la atención poco a poco en la región umbilical, el lugar donde finalizar la meditación. A medida que la energía se acumula allí, deje que cualquier exceso de energía fluya dentro del árbol.
  6. Si el árbol intenta proporcionarle energía desde otro punto, rechace este flujo de la manera descrita mas atrás.
A la larga el esquema cesara y podrá compartir la energía con el árbol en el punto escogido. Ahora puede separar la energía que le pertenece de la del árbol, para finalizar la retirada.
Cuando la comunión con el árbol es muy intensa, es probable que deba "alejarse demasiado lejos" para retirarse de una sola vez. En cambio, después de inspirar y retener en forma parcial, continúe haciendo circular y compartiendo pero de modo no tan intenso. Poco a poco, después de repetir varias veces estos pasos, volverá por completo a usted mismo.
  1. Cierre. Siempre termine con un cierre. El cierre es un gesto preciso y de alguna manera abrupto que rompe la conexión, asegura cualquier curación que se haya realizado e imparte un sentimiento de buena voluntad, todo esto en uno o dos segundos. El cierre puede ser un movimiento, un sonido o simplemen­te un cambio en el campo de energía sutil, como aplaudir con las manos o asentir con la cabeza. Un movimiento suave del purio en arco hacia arriba que termina con un leve puñetazo hacia abajo es muy eficaz. Los sonidos "Ah" y "Amen" que se utilizan para terminar las plegarias también son ejemplos de gestos de cierre, como darse la mano con fuerza o un pequeño apretón al final de un abrazo. Además de estos gestos de cierre, despídase con la mano o dele un beso rápido al tronco para terminar el cierre.

Las secciones 7), 8) y 9) se usan para intensificar, aligerar y terminar los ejercicios que se explican a continuación y se pueden usar en cualquier momento para terminar la comunicación con el árbol escogido.
 b. Absorba la energía Yang con los dedos

 para compensar la energía Yin (Figura 2.29)
  1. Póngase de pie a unos dos o tres metros delante del árbol. Acérquese al árbol lenta y suavemente. Sienta como el campo energético  que lo rodea se vuelve espeso como la miel.
  2. Estire los brazos hacia el árbol con las Palmas mirando hacia el tronco y los dedos extendidos.
  3. Mientras se acomoda lentamente para estar más cerca del árbol, menos "miel" lo separa de las energías brillantes que se encuentran en su corazón.
  4. De igual modo, su resplandor se revela al árbol.
  5. Al mismo tiempo, la energía parecida a la miel que lo rodea actúa como
  6. Cuando llega al árbol y lo envuelve en un gran abrazo, las energías radiantes de ambos se unen y es probable que durante unos instantes se pierda en la dicha de la unión.
  7. Después de establecer contacto de este modo, tal vez sea preciso que se quede quieto durante un rato hasta que las otras conexiones más profundas entre usted y el árbol se estabilicen y simplifiquen. Pronto se encontrara en el estado de lectura paralela descrito anteriormente, a partir del cual tiara circular y compartirá la energía.
  8. Sienta primero la energía del árbol. Cuando sienta la energía Chi del árbol, concéntrese en la punta de la nariz con la mente, la vista y la parte inferior
de los ojos. La parte superior de los ojos miran hacia las yemas de los dedos y el árbol.
  1. Absorba la energía Chi con los dedos de la mano izquierda, la mente y la parte superior de los ojos.
  2. Mueva poco a poco la parte superior de los ojos para guiar la energía Chi hacia arriba por el exterior (lado Yang) del brazo izquierdo, el hombro izquierdo, el lado izquierdo del cuello, la oreja izquierda y la coronilla. Lleve la energía hacia abajo por el lado derecho comenzando por la parte posterior de la oreja derecha, el lado derecho del cuello, el hombro derecho y el exterior del brazo derecho hasta la palma y los dedos de la mano derecha. Proyecte la energía hacia afuera desde los dedos, combínela con la Energía de la Partícula Cósmica y guíela dentro del tronco. Absórbala otra vez en un circulo. Los hombres repiten el ciclo 36 veces; las mujeres, 24 veces (Vease Figura 2.30).
  1. Si desea terminar la experiencia en este momento después, siga las instrucciones de la sección a), puntos 7), 8) y 9) para intensificar, aligerar y romper por Ultimo su conexión con el árbol.
El Circulo de Energía Yang le ayudara a volverse más sensible al dolor agudo y más superficial, así como a la energía de los Órganos Yang (intestinos delgado y grueso, vesícula biliar, vejiga y estomago).
 

c. Absorba la energía Chi del árbol con las palmas; el lado Yin
  1. Siéntese o póngase de pie a unos dos o tres metros delante de un árbol.
  2. Extienda los brazos hacia el árbol con las palmas mirando el tronco (Figura 2.31).
  1. Sienta primero la energía del árbol. Cuando sienta la energía Chi del árbol, absórbala con la mente, los ojos y las palmas por medio de estas Últimas. Lleve la energía Chi hacia arriba por el interior (los lados Yin) de ambos brazos hacia los hombros, ambos lados del cuello, las orejas izquierda y derecha y la coronilla. Desde la coronilla lleve la energía hacia abajo por el Canal Funcional hasta la mitad de la ceja, la garganta, el corazón, el plexo solar, el ombligo y el caldero detrás del ombligo.
  2. Siga llevando la energía hacia abajo desde el caldero hasta el perineo, las plantas de los pies y luego aproximadamente hacia tres metros dentro del suelo.
  3. Lleve la energía hacia arriba hasta las raíces del árbol, luego dentro del tronco. Sienta como su energía fluye por el árbol, luego emerge del tronco y entra en su palma. Repita el ciclo nueve, 18, 24 6 36 veces.
  4. Practique enviar su energía por el tronco desde la palma de la mano derecha, a través del árbol, a la palma de la mano izquierda y desde la palma izquierda, a través del árbol, a la palma derecha. Los hombres deberían practicar durante 36 ciclos; las mujeres durante 24. Es muy
7) Trate de distinguir las distintas partes del árbol. Comience por la parte superior del tronco. Envié su energía dentro del árbol y sienta  como reverbera. Arrodíllese lentamente para practicar con la parte inferior del tronco. Luego practique con las raíces. Sienta e intercambie la fuerza con el árbol.

 d. Absorba la energía Chi del árbol por la coronilla
  1. Póngase de pie a unos dos o tres metros delante de un árbol con los brazos al costado del cuerpo. Sienta el aura del árbol (Figura 2.32).
  2. Si no la siente, puede acercarse un poco más.
  3. Cuando sienta el aura del árbol, absorba la energía por la coronilla. La energía equilibrada del árbol es suave y tiene un efecto sanador muy poderoso.
  4. Absorba la energía del árbol por la coronilla y déjela circular hacia abajo por los Canales Impulsores o por el Canal Funcional hasta el perineo y después hasta ambos pies. Exhale la energía por las plantas de los pies dentro de la tierra. Lleve la energía desde el suelo a las raices y luego hacia arriba por el tronco.
  5. Sienta cómo absorbe la Energía de la Tierra y la del árbol (Figura 2.33) y corno éstas purifican su energía y eliminan la energía malsana o negativa. Cuando sienta que brota desde el tronco, absorba la Energía del Plano Humano (Partícula Cósmica) y regrese la energía a la coronilla. Sentirá que las energías combinadas nutren el cerebro, las glándulas y los Órganos. Repita el proceso nueve, 18 6 36 veces.
e. Compartir con el árbol desde el corazón.
 

En este modelo, la energía del árbol fluye a través de los brazos y el centro del corazón. Puede usarlo para limpiar los brazos del sanador de la energía enferma que se haya acumulado durante el trabajo, o simplemente para abrir el corazón.

 1) Adopte cualquier postura cómoda en la que pueda alcanzar una rama sin esforzarse.
 
  1. Alargue un brazo hasta que pueda tocar el árbol con la palma o la punta de los dedos. Sienta la energía vital bajo la corteza y haga contacto con ella, dando un cierto tiempo para que el contacto se desarrolle.
  2. Al cabo de un tiempo sentirá que comienza a compartir, como si un aura suave se transmitiera en ambas direcciones entre su mano y el árbol.
  3. Amplié el proceso gradualmente hasta que se encuentre inhalando y exhalando energía a lo largo de todo el brazo, desde el centro de su corazón al árbol y viceversa. Permita que este flujo mutuo se prolongue por un rato.
  4. Ahora incluya el otro brazo. Puede apoyarlo en la misma rama, cerca de la otra mano, o puede apoyarlo en otra rama.
  5. Permita que la energía del árbol fluya a lo largo de un brazo, se mezcle con su propia energía en el centro del corazón y fluya por el otro brazo. Cada poco invierta la dirección del flujo en un brazo o en los dos.
  6. Para una experiencia más profunda, intente extender el flujo desde el corazón hasta el ombligo, dejándolo correr desde el árbol al corazón, de allí al ombligo y luego retornar.
  7. dónde va la energía después de salir de sus manos y entrar en el árbol? Si sigue su recorrido con la mente, comenzará a descubrir algo mas respecto a la sutil anotomía del árbol.
  8. Puede que descubra aéreas bloqueadas o congestionado sobre las que puede trabajar haciendo circular la energía de una mano a la otra. Sienta la respuesta del árbol hacia estos esfuerzos y permita que le guie su intuición.

Absorber la Energía de la Tierra
  1. Genere calor en su ombligo y lleve la energía hacia la coronilla.
  2. Proyecte la energía Chi hacia el exterior hasta la cima del tronco del árbol. Entre en el árbol y sienta que establece una conexi6n con el.
  3. Durante este proceso puede pararse a cierta distancia del árbol (entre tres y diez metros). A medida que progrese en esta práctica podrá proyectar su energía hacia el árbol con facilidad desde una distancia mayor. Permita que el árbol absorba la energía enferma o negativa. La energía que retorne a usted estará en equilibrio.
  4. Permita que su energía fluya tronco abajo hasta alcanzar las raíces e introducirse en la tierra (Figura 2.34).
  5. Deje que la Energía de la Tierra purifique su propia energía. Absorba esta energía combinada a través de las plantas de los pies, subiendo hasta el perineo y luego ascendiendo a través de los Canales Impulsores o a través del Canal Gobernante que corre a lo largo de la espina dorsal. Permita que la energía fluya hasta la coronilla y proyéctela una vez más hacia el exterior. Repita el proceso nueve, dieciocho o treinta y seis veces.
Cuantas más veces se repita el procedimiento, tanto más se refinara o incrementara la energía. Notar que los Canales Impulsores y la Orbita Microcósmica se tornan más claros y brillantes. Una vez que haya establecido una buena conexi6n con el árbol, podrá enviar su energía enferma hacia el árbol a distancia, para refinar su propia energía o mejorar su estado de salud.
 Meditar mientras se esta sentado bajo un árbol
 Una vez que haya desarrollado su capacidad de sentir la energía Chi del árbol, podrá sentarse bajo el árbol a meditar. Absorba la energía del árbol a través de las estaciones (puntos) de la Orbita Microcósmica (Figura 2.35)
Extraído de los libros de Mantak Chia y Maneewan Chia

lunes, 15 de junio de 2015

LA SOBERBIA , UNO DE LOS PEORES DEFECTOS




LA SOBERBIA , UNO DE LOS PEORES DEFECTOS
La soberbia
Inspirado por la necesidad que tenemos de erradicar la Soberbia de nuestras vidas, me permito hacer esta reflexión, con el propósito de que nos ayude a localizar su origen en nuestra vida y así poder trabajar en la humildad, tal como nos lo pide Jesús.

Definición del concepto:
Existen tres términos relacionados: amor propio, orgullo y soberbia. Para distinguirlos podemos tener en cuenta que la soberbia es más grave que el orgullo y el orgullo que el amor propio, aunque bien pudieran ser sinónimos, ya que la soberbia, el orgullo y el amor propio se manifiestan normalmente bien compenetrados.

1. Del latín superbia, la soberbia es definida por la real Academia Española como "el apetito desordenado de ser preferido a otros". El concepto puede asociarse a la altivez, el engreimiento, la presunción y la petulancia.
2. Estimación excesiva de sí mismo con menosprecio de los demás.
3. Característica personal que implica la constante y permanente autoalabanza.
4. Actitud de constante autoadmiración que hace que la persona en cuestión deje de considerar los derechos y necesidades de aquellos que la rodean al considerarlos inferiores y menos importantes.
5. Pasión desenfrenada por uno mismo. Una actitud que consiste en la propia adoración, en la idolatría personal.

En el punto número cinco de la definición dije que: "La soberbia se puede definir como la pasión desenfrenada por uno mismo. Una actitud que consiste en la propia adoración, en la idolatría personal". Esta definición marca la diferencia con el orgullo que como dije anteriormente, el orgullo es: Exceso de estimación propia y de los propios méritos, por el cual se cree uno superior a los demás. Vanidad. Satisfacción personal que se experimenta por algo propio o relativo a uno mismo y que se considera valioso y, persona que tiene un alto concepto de sí mismo y confía en todo lo que hace porque tiene la certeza de que puede hacer todo bien y que no hay nadie mejor que él. Para ilustrar major la diferencia a mis alumnos del colegio le diría que, "en una escala del 1 al 10, el orgullo puede llegar al 8 en cambio la soberbia al 10 coeficiente dos porque, el soberbio tiene una pasión desenfrenada por si mismo. Una actitud de adoración e idolatría personal. Nunca la persona soberbia podrá reconocer su error aunque en ello -literalmente- le costase su vida".

En nuestra lengua española podemos apreciar que existe una similitud entre ambos términos y que es muy fácil de confundir, sin embargo, se puede diferenciar la soberbia del orgullo porque, el orgullo, puede referirse al sentimiento valioso que se manifiesta por algo que uno hizo, como un trabajo o un esfuerzo. Es lo que señale anteriormente como "orgullo positivo" de que hablan los psicólogos. Sentir esto -señalan los clínicos- no es malo en sí mismo, pero cuando el reconocimiento es excesivo, el sentimiento resulta negativo. En psicología se denomina "narcisismo" a la manifestación exagerada de estos síntomas. 
El psiquiatra y catedrático Enrique Rojas, en un studio que ha realizado acerca de la soberbia y el orgullo, es bastante claro en su exposición, de esta manera, y a la luz del conocimiento científico, anexo parte de su documento:

Dice:
La soberbia consiste en concederse más méritos de los que uno tiene. Es la trampa del amor propio: estimarse muy por encima de lo que uno vale. Es falta de humildad y por tanto, de lucidez. Señala además que, la soberbia es la pasión desenfrenada sobre sí mismo. Apetito desordenado de la propia persona que descansa sobre la hipertrofia de la propia excelencia y que es fuente y origen de muchos males de la conducta y es ante todo una actitud que consiste en adorarse a sí mismo: sus notas más características son prepotencia, presunción, jactancia, vanagloria, situarse por encima de todos lo que le rodean. La inteligencia hace un juicio deformado de sí en positivo, que arrastra a sentirse el centro de todo, un entusiasmo que es idolatría personal

Mas adelante Rojas señala que hay dos tipos de soberbia:

1. La una que es vivida como pasión, que comporta un afecto excesivo, vehemente, ardoroso, que llega a ser tan intenso que nubla la razón, pudiendo incluso anularla e impedir que los hechos personales se vean con una mínima objetividad.

2. La otra es percibida como sentimiento de forma más suave que podríamos llamar orgullo.
Por otra parte, -acota- la soberbia es más intelectual y emerge en alguien que realmente tiene una cierta superioridad en algún plano destacado de la vida. Se trata de un ser humano que ha destacado en alguna faceta y sobre una cierta base. El balance propio saca las cosas de quicio y pide y exige un reconocimiento publico de sus logros y que tienen una deformación de la percepción de la realidad de uno mismo por exceso por lo que dejamos de ver nuestros propios defectos, quedando éstos diluidos en nuestra imagen de personas superiores que no son capaces de ver nada a su altura, todo les queda pequeño.
Rojas continúa su explicación diciendo que hay una gradación entre dos estirpes: soberbia-orgullo que van de más a menos intensidad, tanto en la forma como en el contenido. Entre la soberbia y el orgullo hay matices diferenciales, aunque sus características se repiten como denominador común. Se puede resumir así: apetito desordenado de la propia valía y superioridad. Es una tendencia a demostrar la superioridad, la categoría y la preeminencia que uno cree que tiene frente a los de su entorno. En general estos dos conceptos se manejan como términos sinónimos, aunque se pueden apreciar algunas diferencias interesantes. 

1. La soberbia es más cerebral, se da en alguien que objetivamente tiene una cierta superioridad, que realmente sobresale en alguna faceta de su vida. Hay una evidencia por la que puede ser tentado por la soberbia, no necesitando del halago de los otros y haciendo él mismo su propio y permanente elogio de forma clara y difusa, rotunda y desdibujada, a tiempo y a destiempo, con ocasión y sin ella. Sus manifestaciones son más internas y privadas, aunque pueden ser observadas por una atmósfera grandiosa que él crea sobre su persona y además, a través de sus máscaras; hay arrogancia, altanería, tono despectivo hacia los demás, que se mezclan con desprecio, desconsideración, frialdad en el trato, distancia gélida, impertinencia e incluso, tendencia a humillar. Otras veces, esas máscaras son de una insolencia cínica, mordaz, con un ritintín de magnificencia que provoca en el interlocutor un rechazo frontal.

2. El orgullo es más emocional. Es una alta opinión de uno mismo mediante la cual la persona se presenta con una superioridad y un aire de grandeza extraordinario. Puede ponerse de manifiesto en circunstancias positivas. En esos casos dimana de causas nobles y puede ser hasta justo. El orgullo de ser un buen cirujano, un buen padre, un excelente poeta, ser de una región concreta de un país... Todo esto está dentro de unos límites normales. Puede encuadrarse en el reconocimiento a una labor bien hecha. 

Continúa señalando el psiquiatra Rojas que se pueden distinguir dos modalidades clínicas de la soberbia, entre las cuales cabe un espectro intermedio de formas soberbias.

1. Una es la soberbia manifiesta que es notarial y que se la registra a borbotones, con una claridad absoluta, lo cual suele ser poco frecuente. Hay petulancia y presunción.

2. La otra es la soberbia enmascarada, que es la más habitual y que se camufla por los entresijos de la forma de ser y que es más propia de las personas inteligentes y teniendo un sentido amplio y desparramado que asoma, se esconde, salta y bulle y revolotea por su mundo personal.
¿Cuáles son estos síntomas? Rojas las resume esquemáticamente: 
Aire de suficiencia y engreimiento que refleja un bastarse a sí mismo y no necesitar de nadie. Engreimiento lleva al hábito altanero. 
La borrachera de sí mismo tiene su génesis de una zona profunda e íntima donde se elabora esa superioridad. Las manifestaciones más relevantes son: susceptibilidad casi enfermiza para cualquier crítica con un cierto fundamento; gran dificultad para pasar desapercibido; tendencia a hablar siempre de sí mismo, si éste no es el tema central de conversación, enseguida decae su interés en la participación y el diálogo con los demás; desprecio olímpico hacia cualquier persona que aflore en su cercanía y de la que se pueda oír alguna alabanza. Esta embriaguez puede disfrazarse de los más variados ropajes. 

1. La soberbia entorpece y debilita cualquier relación amorosa. Cuando alguien tiene un amor desordenado a sí mismo como el descrito, es difícil darse a otra persona y poner los sentimientos y todos sus ingredientes para que esa relación se consolide. Esto hace casi imposible la convivencia, volviéndola insufrible, pues reclama pleitesía, sumisión, acatamiento y hasta servilismo. No podemos olvidar, que para estar bien con alguien, para establecer una relación de convivencia estable y que funcione hace falta estar primero bien con uno mismo.

2. En la soberbia se hospeda una obsesión exagerada por uno mismo, que ha ido conduciendo a una excesiva evaluación del propio mérito. Y afloran términos como alardear, jactarse, vanagloriarse. 
Entre la soberbia y el orgullo hay grados, matices, vertientes y cruzamientos recíprocos. Por esos linderos se suele acabar en el narcisismo, patrón de conducta presidido por el complejo de superioridad, la necesidad enfermiza de reconocimiento de sus valías por parte de la gente del entorno y la permanente autocontemplación gustosa. 
Freud puso de moda el término narcisismo, recordando a la planta del narciso, que crece a orillas de los estanques y se mira en el espejo que el agua le ofrece.

Termina diciendo Rojas que: Sólo el amor puede cambiar el corazón de una persona. Cuando hay madurez, uno sabe relativizar la propia importancia, ni se hunde en los defectos ni se exalta en los logros. Y a la vez, sabe detenerse en todo lo positivo que observa en los que le rodean. Saber mirar es saber amar. A lo sencillo se tarda tiempo en llegar.
La soberbia en las Sagradas Escrituras.
Mi interés es hacer un análisis de la soberbia desde el punto de vista cristiano, de esta manera, centraré mi estudio en lo que dice la Palabra de Dios expresada fundamentalmente en la Biblia.
La soberbia es el más grave pecado contra Dios, contra el prójimo y contra sí mismo. El hombre se hace autónomo desconociendo su condición de creatura.

1. Números 15:30 "Más la persona que hiciere algo con soberbia, así el natural como el extranjero, ultraja a Jehová; esa persona será cortada de en medio de su pueblo".

2. Proverbios 16:18 "Antes del quebrantamiento es la soberbia, y antes de la caída la altivez de espíritu".

3. Isaías 2:11 "La altivez de los ojos del hombre será abatida, y la soberbia de los hombres será humillada; y Jehová solo será exaltado en aquel día".
4. Proverbios 15:25 "Jehová asolará la casa de los soberbios ..."

La soberbia fue el primer pecado que se cometió en los tiempos inmemoriales con Satanás que se reveló contra Dios llevandose consigo a otros ángeles, y el mismo, ya en el tiempo del hombre, lo llevó al primer pecado de rebeldía, de autonomía, de auto dependencia, de autodominio. Es lo que Dios nos hace ver en su palabra desde el capítulo 3º del Génesis. La soberbia está a la raíz del pecado original y por eso es la fuente y raíz de todos los pecados, y es por lo tanto la puerta para todo otro pecado. La soberbia es fuente de muchos delitos; por eso se ora a Dios el Señor: "Guarda a tu siervo también del orgullo no sea que me domine; entonces seré irreprochable, libre de delito grave" Sal 19:14.

Vanidad, vanagloria, sobre autoestima, ostentación, hipocresía, jactancia, celos, violencia, rencores, prepotencia, son algunos de los vicios que engendra la soberbia. Mientras más se tenga en el corazón es mayor fuente de pecados.
La Igleia Católica habla de la soberbia como uno de los siete pecados capitales.
Dice así: "Los pecados o vicios capitales son aquellos a los que la naturaleza humana caída está principalmente inclinada. Es por eso muy importante para todo el que desee avanzar en la santidad aprender a detectar estas tendencias en su propio corazón y examinarse sobre estos pecados".
El Catecismo señala: Los vicios pueden ser catalogados según las virtudes a que se oponen, o también pueden ser referidos a los pecados capitales que la experiencia cristiana ha distinguido siguiendo a san Juan Casiano y a san Gregorio Magno. Son llamados capitales porque generan otros pecados, otros vicios. Estos son: Son la soberbia, la avaricia, la envidia, la ira, la lujuria, la gula, la pereza.
Los pecados capitales son enumerados por Santo Tomás como siete: vanagloria (orgullo-soberbia), avaricia, glotonería, lujuria, pereza, envidia, ira. 
El término "capital" no se refiere a la magnitud del pecado sino a que da origen a muchos otros pecados. De acuerdo a Santo Tomás "un vicio capital es aquel que tiene un fin excesivamente deseable de manera tal que en su deseo, un hombre comete muchos pecados todos los cuales se dice son originados en aquel vicio como su fuente principal". 
Algunas actitudes y posiciones que nos conducen a la soberbia:
El sentido de identificación es que permite identificarnos con alguien, algo y nos da un sentido de pertenencia. Con cada "etiqueta" que nos agregamos afianzamos ese sentido de identidad.
El Sentido de posesión nos hace "dueños" de algo o alguien: bienes materiales muebles e inmuebles o bienes inmateriales como el sentirse dueño de la verdad absoluta.
El sentirse superior, nos hace creer que tenemos más privilegios que los demás, mas sabiduría, más conocimiento, más santidad, etc.
El creer que tenemos derechos sobre algo o alguien, a veces estos derechos son dados por el medio en que vivimos, la sociedad…
El sentirse indispensable, único que sin nosotros nada funciona correctamente…

La soberbia en el corazón:
Un lugar llamado corazón, es el sitio donde se definen todos los sentimientos. A través de ellos llegamos a alcanzar estados de emoción como en una cuerda floja. Y cuando la cuerda se tensa demasiado, corremos el riesgo de partirnos también el alma.
Hablando de nuestro cuerpo físico, el corazón es lo principal de nuestra vida, por eso las Escrituras nos dice que debemos cuidarlo ya que ahí se puede radicar lo más perverso. Jeremías 17:9 "Engañoso es el corazón más que todas las cosas, y perverso; ¿quién lo conocerá?" Lo perverso que puede radicar en nuestro corazón es la "soberbia", esta puede llegar a convertirse en una barrera que impida aceptar la corrección de Dios. La soberbia ensucia tanto al corazón que impide aceptar un consejo, o una opinión, es como un murro que hace que no reconozcamos la dirección de Dios. Además, la soberbia nos puede llevar a la jactancia. Santiago 4:16 "Pero ahora os jactáis en vuestras soberbias".
Las Sagradas Escrituras son muy claras en cuanto se refiere al pecado de la soberbia. Veamos algunos versículos:

1. Malaquias 4:1 "Porque he aquí, viene el día ardiente como un horno, y todos los soberbios y todos los que hacen maldad serán estopa..."
2. Proverbios 28:25 "El altivo de ánimo suscita contiendas; mas el que confía en Jehová prosperará".
3. 2 Samuel 22:28 "Porque tú salvas al pueblo afligido, mas tus ojos están sobre los altivos para abatirlos".
4. Jeremías 50:32 "Y el soberbio tropezará y caerá, y no tendrá quien lo levante..."
5. Lucas 1:51 "Esparció a los soberbios en el pensamiento de sus corazones".
6. Isaías 13:11 "Y castigaré al mundo por su maldad, y a los impíos por su iniquidad; y haré que cese la arrogancia de los soberbios, y abatiré la altivez de los fuertes".

Formas de evitar la Soberbia:
La única forma de evitar la soberbia es practicando asiduamente la humildad, la tolerancia, el amor fraterno y la unidad en Cristo. En Mateo 11:29-30 nos dice: "Tomad sobre vosotros mi yugo, y aprended de mí, que soy manso y humilde de corazón; y hallaréis descanso para vuestras almas. Porque mi yugo es suave y mi carga ligera."

Debemos tomar conciencia que tal como Satanás nos ha estudiado y conoce cuando y donde tentarnos, así también nosotros debemos prepararnos para la batalla, aprendiendo de cada caída, analizando cada vez que caemos en tentación, analizando los "por qué", cuando, donde, como, que pensamientos y sentimientos precedieron al pecado.
"Hijo, actúa con dulzura en todo lo que hagas, y te querrán más que al hombre generoso. Cuanto más grande seas, más debes humillarte, y alcanzarás el favor del Señor. Porque grande es el poder del Señor, pero son los humildes quienes le glorifican. No pretendas lo que te sobrepasa, ni investigues lo que supera tus fuerzas. Atiende a lo que se te encomienda…
No te preocupes por lo que supera a tus obras, porque ya te han enseñado más de lo que alcanza la inteligencia humana…las especulaciones desviaron a muchos, y las falsas ilusiones extraviaron sus pensamientos. Corazón obstinado mal acaba, y el que ama el peligro en él sucumbe. Corazón obstinado se acarrea fatigas, y el pecador acumula pecado tras pecado. La desgracia del orgulloso no tiene remedio, pues la planta del mal ha echado en él sus raíces. El hombre prudente medita los proverbios, un oído atento es el anhelo del sabio" Eclesiastico 3:1-31

Sea cual sea su agravio, no guardes rencor al prójimo, y no actúes guiado por la soberbia puesto que ésta es "Odiosa al Señor y a los hombres, para ambos es un delito la injusticia. La soberanía pasa de una nación a otra, a causa de las injusticias, las violencias y el dinero. ¿De qué se enorgullece el que es tierra y ceniza? ¡si ya en vida su vientre es podredumbre! La larga enfermedad desconcierta al médico, y quien hoy es rey mañana morirá. Y cuando un hombre muere, recibe como herencia lombrices, bichos y gusanos. Principio de la soberbia es alejarse del Señor, apartar el corazón del Creador.
Porque principio de la soberbia es el pecado, el que se aferra a ella difunde iniquidad. Por eso el Señor les infligió asombrosos castigos, y abatió a los soberbios hasta aniquilarlos. El Señor derribó del trono a los poderosos, y en su lugar hizo sentar a los sencillos. El Señor arrancó la raíz de los soberbios, y en su lugar plantó a los humildes. El Señor arrasó los territorios de las naciones, y los destruyó hasta los cimientos de la tierra. A algunos los arrebató y destruyó, y borró de la tierra su recuerdo. No está hecha la soberbia para el hombre, ni la violencia para el nacido de mujer" Eclesiastico 10:7-18

Utilidad de la virtud de la humildad para evitar el vicio de la soberbia
Tomás de Aquino define la humildad como "una virtud moral: no es ni intelectual ni teológica". La humildad, igual que la paciencia, es una virtud moral. Tomás opina que los hombres hipócritas ocultan su falsedad bajo la elegancia de su vestimenta. Por el contrario, los hombres nobles de corazón se muestran tal y como son debido a que "la humildad es el fundamento del edificio espiritual". Es decir, proporciona un soporte firme para la estructura del edificio de la interioridad humana:
"fundamentalmente la virtud no consiste en las cosas exteriores, sino en la elección más interior de la mente", porque en último término el hombre virtuoso elige el bien entre toda una serie de alternativas que tienen su razón de ser en el don de la libertad.
En efecto, como Tomás mismo indica, la virtud de la humildad es tan importante que su existencia "supone la conservación y fundamento de las otras virtudes en su ser".

Además, escribe el dominico que "la humildad es alguna disposición para el libre acceso del hombre en los bienes espirituales y divinos". Es decir, es un camino abierto hacia aquello que está más allá de nosotros mismos; la soberbia nos encierra en nuestra propia vanidad, nos impide ver más allá de lo material; en cambio, la humildad amplia la perspectiva de nuestro horizonte vital. Sin embargo, a diferencia de la soberbia que persigue el elogio, "la humildad aleja al alma del deseo desordenado de cosas grandes contra la presunción".

Conclusión:
Hoy es un buen día para arrepentirnos de cualquier arrogancia, soberbia, orgullo o altivez espiritual con la que hayamos ofendido a Dios y a nuestros hermanos en la fe.
MjbO
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